Zona: Picos de Europa, macizo central (Asturias)
Ascensiones:
Neverón de Urriellu, Pico de los Cabrones y Torre Cerredo
Montañeros:
Florin y Teo
Ante la perspectiva del buen tiempo que se preveía, decidimos
tirar todo el finde por los Picos, esperando que no hiciera demasiado calor…
Pero lo hizo. Así que madrugamos el sábado con la intención de subir al refugio
del Jou de los Cabrones, y pasar la noche allí.
Habíamos estado en contacto con el virus Kosecky durante la semana,
inoculándonos el veneno de subir desde Poncebos, pero recuerdo los calores que
sufrí hace años subiendo por la canal de Amuesa, y decidimos hacer la
aproximación por Vega Urriellu.
Durante el camino, nos encontramos con un montón de
extraterrestres a toda carrera: La
Travesera de Picos de Europa. Vaya día para correr por Picos…
que no les pase ná. Nosotros avanzamos poco a poco, pasamos un poco de calor
por la brecha de los cazadores, pero nada extremo. Alcanzamos la Horcada Arenera ,
donde dejamos las mochilas, y ascendemos al Neverón de Urriellu por su ruta
normal: Una sinuosa trepada por gradas y muros que nos deja rápidamente en la
cumbre. Aunque no es una ruta difícil, conviene ir con precaución, y
recomendamos llevar casco por la cantidad de piedra suelta que tiene (ese casco
que nosotros dejamos en la mochila…)
Florin llegando a ja cumbre del Neverón |
Llegamos a media tarde al refugio, y la pasamos
hidratándonos, leyendo y buscando la sombra. No hay sitio, así que tendremos
que vivaquear. ¡Picos está a tope! Aun así, los guardas se lo toman todo con
bastante tranquilidad, sobre todo en el desayuno del día siguiente. Con lo
cual, no salimos demasiado temprano para nuestra actividad: Subir al Pico de
los Cabrones por la arista NO, y enlazar con la cumbre de Torre Cerredo
siguiendo la cresta. Aun así, tenemos suerte, ya que la orientación de la pared
y el estar en zona de arista nos permite disfrutar de la brisa y no pasar mucho
calor.
Comenzando
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Ridin´the ridge…
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Una vez arriba, nos metemos ya camino de Torre Cerredo.
Descendemos por la aérea arista que es la normal del pico, y llegamos a la
brecha. Ahí empieza una trepada que nos mete ya en la propia cresta,
manteniendo la altura, y ya con tendencia descendente, donde está la parte más
técnica de la ruta. Se trata de ir descendiendo las sucesivas torres que nos
llevan a la parte más baja de la cresta. Hay bastantes instalaciones de rápel,
aunque no todas obligatorias. Nosotros destrepamos todas excepto las dos
últimas. En esta parte de la ruta encontraremos la mejor roca de la travesía.
Ascendiendo el primer hombro
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A partir de aquí, ya en zona ascendente, avanzamos
rápidamente por terreno fácil y bonito hasta el último repecho que casi nos
dejará en la cumbre. Un corto muro de 10-15 metros de IV, equipado con clavos y algún cordino, que
Florin se merienda sin problemas. Unos chicos que nos adelantaron lo hicieron
con pies de gato, pero se sube bastante bien en zapatillas. Cuatro horas y
media después de salir del refugio, estamos en la cumbre.
Rock!! |
Hasta aquí aguantamos muy bien el calor. Pero desde este
punto, ya descendiendo por la normal del Cerredo, se hace bastante
insoportable. Como os podíais imaginar, el virus Kosecky había hecho mella, y
la noche anterior decidimos que en vez de bajar por Urriellu, vamos a bajar por
las campas del Trave, canal de Amuesa, Bulnes y subir a Pandébano, donde
tenemos el bólido. Una buena trisca. Claro que este planteamiento tiene una
ventaja: nos ha permitido hacer la ascensión mucho más ligeros, sin tener que
subir el mochilón. Y por otro lado, hace la ruta aun más atractiva.
Florin ante la canal de Amuesa, con Bulnes y Pandébano al fondo
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1 comentario:
Preciosa actividad. Os metisteis una buena trisca chavales, se nota que soys campurrianos.
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