¡Menuda carga!
Apenas
hay información sobre el esquí de travesía en Grecia, así que
fuimos contactando con los guardas de los refugios que nos contaron
con detalle lo que se podía hacer. Lo bueno que tiene es la soledad
de las montañas, no hay que correr para que no te quiten la nieve
polvo ni te encuentras a nadie, de hecho mucha gente de los pueblos
no entendía qué hacíamos allí con esquís. La calidad de la nieve
es bastante buena, y a pesar de esquiar muchas veces a 10km del mar
la humedad se nota mucho menos que en la Cordillera.
A
menos de 3 horas de viaje de Atenas hay muchas posibilidades para la
travesía, y como teníamos 10 días nos movimos mucho dependiendo
del tiempo para esquiar y también hacer turismo, algo que finalmente
hicimos más de lo que nos hubiera gustado. Teniendo en cuenta la
duración de nuestro viaje nos dedicamos a ir hacia el norte de
Atenas, donde están la mayoría de montañas, aunque incluso hacia
el sur a 100km de Atenas en la península del Peloponeso hay alguna
estación de esquí y algunos picos interesantes.
Monte Parnassos, primer día de sol
Pusimos
rumbo hacia el Monte Parnassos, que nos recibió con una buena
nevada. Primer día de contacto con mucho frío y sol, subimos a la
estación y desde ahí empezamos a foquear hacia el Tsarkos donde
encontramos un valle perfecto con mucha carga de nieve para hacer un
poco de ski yo-yo. Parece que esto promete, pero al día siguiente
nos levantamos y el tiempo se tuerce, comienza a llover abajo y nevar
arriba así que decidimos visitar Delfos y subir un buen trozo hasta
el Monte Olimpos, al noreste del país.
Camino del Olimpos
El
Monte Olimpos es una zona cerca de Tesalónica y muy cerca del mar
que pasa de 2900m y se puede acceder desde muchos sitios en verano,
pero en invierno lo mejor es por su cara sur. Está muy solitario y
son grandes palas muy anchas y muy venteadas, ya que aparte de ser el
pico más alto de Grecia no hay ninguna montaña alrededor. Salimos
desde la base militar de Vrisopoules y tras registrarnos y darnos una
tarjeta de “visitors” empezamos a subir. La verdad es que son
palonas anchas y muy mantenidas que para travesía son un poco
aburridas, pero las vistas bien lo merecen. 1100m de desnivel que
hacemos en 3 horas y bajamos luego a visitar Tesalónica.
Los
días siguientes de mal tiempo aprovechamos para acercarnos a la zona
de los Pindos, que está al noroeste del país cerca de Albania.
Teníamos muchos objetivos allí, la mejor zona de travesía e
incluso algún pico fronterizo entre Albania y Grecia, pero el tiempo
se complicó y no paró de nevar en 5 días. Aún así pudimos
aprovechar algún día las ventanas de buen tiempo y hacer alguna
cosilla. También visitar Meteora, la gargante de Vikos y los pueblos
de la zona. Se suponía que iba a haber varios días mejores, pero
nada de nada, así que decidimos bajarnos hacia Atenas que ya nos
quedaba poco tiempo y teníamos 8h de camino.
Para
los últimos días paramos en Karpenisi, la Suiza de Grecia lo
llaman…será porque tiene un hotel que se llama Helvetia.
Anunciaban buen tiempo pero las nubes se pegan a la montaña a pesar
del vientazo que pega, así que nos deja subir a un pico y no podemos
seguir más, no vemos ni a un palmo. Seguimos camino hacia Atenas
para irnos al día siguiente y vemos que la estación de Parnassos
está despejada, por lo que no nos lo pensamos y vamos a coger unos
rayos de sol y unas palas del Gerondovraxos que tenemos por allí
fichadas. Empezamos igual que acabamos y nos vamos con un poco de
mejor sabor de boca.
La
verdad es que Grecia es un buen destino de travesía muy desconocido.
Cerca de Atenas hay zonas como Giona, Parnassos, Vardoussia,
Velouchi, etc que dan de sobra para una semana. Más al norte la zona
de Pindos es un paraíso. Y lo que comentaba antes, casi nadie esquía
y muy muy pocos hacen travesía. Las carreteras (con cadenas) suben
hasta 1500-1700m y hay muchos picos por encima de 2400m con bajadas
espectaculares. Y parece que sí que nieva.
Parece que nieva en Grecia
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