Por encima del alud |
Después de la nevada que cayó la semana pasada se desencadenaron multitud de aludes en Campoo. Con el fin de aclarar lo sucedido en especial en el alud de la cara sur de Pico Cordel queríamos explicar con detalles lo que pasó.
El principal problema fue que encima de una base muy
asentada nevó intensamente con fuerte viento del Norte y se acumuló mucha nieve
en las caras sur. Esto, unido al frío que hizo que no se fundiesen las capas y
se generasen multitud de aludes en el Cornón, Solvay, Iján y Cordel. Los
primeros cayeron por sí solos pero el alud del Cordel fue provocado nosotros.
Mirando hacia el oeste |
El miércoles 27 de febrero dejó de nevar de madrugada y por
la mañana nos juntamos para esquiar en los bosques de Campoo. Poco a poco fue
despejando y mientras unos cuantos subimos a Brañavieja para esquiar el Cordel
hasta Abiada otro compañero comenzó desde el mismo pueblo. Una vez en la cumbre
nada más comenzar a bajar encontramos al otro amigo y decidimos esperarle
protegidos del viento al principio de la pala sur. Había bastante niebla y
muchísimo viento y frío, así que en cuanto nuestro amigo apareció no frenó y seguimos
esquiando detrás de él, pero al segundo giro vimos que perdió un esquí y
desapareció tras caer en la grieta del alud de unos 2 metros de altura.
Afortunadamente en poco más de 50 metros consiguió
frenarse y esquivar los grandes bloques que seguían cayendo y remontó hasta
donde estábamos con uno de sus esquís que había perdido. Una vez que vimos que
estaba bien y que ya no caía nada más y estábamos a salvo cuando nos dimos
cuenta de la magnitud del alud, que ocupaba toda la pala de la montaña y bajó
hasta el fondo del valle. Bajamos esquiando por la nieve durísima que quedaba
de las anteriores nevadas y unos 200 metros más abajo encontramos el otro esquí.
La mayor suerte que tuvimos fue que la placa era tan
inestable que se rompió unos 10
metros por debajo del primer esquiador, cayendo este a
la avalancha por encima de casi todos los bloques de nieve. Si hubiésemos
estado por debajo del corte quizás no hubiésemos tenido tanta suerte.
Vista hacia el este |
Lo que queremos aclarar y explicar son varias cosas:
- Aunque
normalmente en nuestra zona no suele haber grandes problemas con los
aludes siempre hay que estar alerta tras una nevada, especialmente los
sotaventos por el fuerte viento acompañar a las nevadas. Es cierto que la
situación de la semana pasada es bastante rara, pero no por eso hay que
olvidarse de los aludes en nuestro valle.
- Todos los que
estábamos allí esquiando sabíamos que esta pala del Cordel tenía un riesgo
fuerte ese día, de hecho el esquiador que subió desde Abiada en lugar de
foquear por esa pala subió por el hombro para evitarla. Habíamos visto los
aludes que ya habían caído en Brañavieja en las mismas orientaciones y la
inclinación (35-40 grados en la convexidad) era peligrosa.
- Es cierto que no
nos esperábamos que se desprendiese esa placa de dimensiones tan
exageradas y también es cierto que debido que pasamos por esa zona muchas
veces al cabo del año, al mal tiempo y a las ganas de esquiar nieve polvo
nos precipitamos al bajar sin acordarnos de este peligro.
Aquí tenéis unos links con las noticias y fotos sobre el
alud:
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