jueves, 1 de enero de 2009

Pilar del Cantabrico

El picu impone
Escaladores:
Javier Junquera
Pablo Santiago

Lugar:
Pico Urriellu (Picos de Europa - Asturias)

Actividad:
Oeste - Pilar del Cantábrico

En Septiembre de 2007, después de un verano en el que Javi y yo nos metimos bastantes palizas (mochilones de artificial y aproximaciones largas finde si, finde también...) para preparar nuestro viaje a Yosemite, decidimos poner fin al "entrenamiento" con El Pilar del Cantábrico.

Desde el momento en que salí por la puerta de casa me di cuenta que psicológicamente no era el momento para meterme en esa vía, estaba bastante quemado de todas las escaladas previas, pero llevábamos tiempo preparándolo y tocaba aguantarse.

Javi en las cuestas iniciales.Pobres espaldas...

El camino de Pandebano al Urriellu fue una "agonía", lo que normalmente con mochilas de escalada en libre nos llevaba hora y media se convirtieron en 5 con un petate cada uno de unos 25kg y nos turnábamos la hamaca de 8kg... Llegamos al vivac bastante tarde de madrugada y subimos los petates hasta la base de la vía para empezar temprano al día siguiente.

Pimer largo, desploma...

Tras los 3 primeros largos mis sospechas se confirmaron, no estaba con la cabeza en su sitio y no me encontraba nada cómodo, por mi me hubiese bajado sin pensarlo, pero decidí aguantarme y que siguiese Javi de primero el resto de la vía. El primer día llegamos hasta el largo nº5, según lo previsto, y montamos la hamaca con las últimas luces(aun no teníamos mucha práctica). Según nuestros cálculos al día siguiente saldríamos a cumbre.

Tercer largo, cuando le termine ya me queria bajar,jejeje

Nos levantamos pronto y comenzamos a escalar sin problemas, por abajo veíamos como Mario y Zeles empezaban la vía "Esto no es Hawaii..." del hombro Noroeste... Hacia media mañana vimos que algo les pasaba, Zeles dudaba en un paso, no sabia exactamente si la vía iba por allí o no...El tono de voz sonaba a "algo no va bien"... Al poco tiempo Zeles sufrió una caída bastante fuerte, le saltaron varios friends y recibió un fuerte golpe contra una repisa, pasaron varios minutos hasta que recobro el conocimiento. Mientras tanto nosotros y otros escaladores que estaban en el hombro avisamos a gritos al refugio y por teléfono al 112. La verdad que pasamos unos momentos bastante malos, y justo en un largo en el que Javi llevaba 10 gancheos seguidos(la hizo sin clavar), todo eso unido a mi estado mental hizo que jurase mil veces que seria la ultima vez que escalaba en montaña, con frases típicas de "¿Quien me mandaría a mi?", "Que razón tiene mi madre", "Con lo bien que estaba echando unas cartas"... Mientras duro el rescate, con el helicóptero al lado y los nervios no escalamos nada, por lo que se nos hizo muy tarde. Además para añadir un poco mas de tensión Javi no logro encontrar en ese largo la reunión del Pilar(todas tienen un parabolt) y fue a una de clavos que "reforzo" con una uña... Aun me acuerdo colgando de aquella reunión Javi petateando (2 petates y la hamaca) y yo jumareando por la cuerda fija... cada jumareo que daba solo pensaba en dejar friends, uñas, microfisureros y demás cacharritos colgados en el garaje e irme a la playa a jugar a las palas una buena temporada.

Efectos secundarios del stress

Poco después, 4 metros a la izquierda Javi encontró la reunión buena en una especie de repisa/chimenea. Era ya muy tarde por lo que tocaba "dormir" con el culo encajado entre pared y pared en mi caso y Javi sentado encima de mis pies con los suyos colgando al vacío, un show que después de los momentos de tensión y sabiendo que las dificultades habían terminado(nos escapamos por Rocasolano) nos hacia hasta gracia.

Al día siguiente lo primero fue tirar un petate al vacío con todo lo que ya no íbamos a usar(las fuerzas no estaban como para subir material innecesario). Poco después uníamos con la Rabada, donde lo mas difícil era arrastrar el petate por los largos tumbados finales y salimos a cumbre, reventados.

Jodidos pero contentos

Ese mismo día bajamos hasta Pandebano y nos fuimos para casa para rematar la faena con el coche en reserva desde Pandebano hasta casi Torrelavega, por si no habíamos tenido emoción suficiente.

Al final todo salio bien, una buena trisca (en mi caso, mas mental que física), Zeles se recupero y nadie dejo de escalar, jejeje.