miércoles, 5 de mayo de 2010
ASILVRETTADOS 2010
Starring:
Angel (Einyel)
Pablo (“siempre seré un bardal”)
Javi (compeed man)
Aitor (maño bravo)
Teo (“antes morir que perder la vida”)
Actividad:
Esquí St. Anton – Travesía Silvretta – St Moritz
Vista la buena experiencia que tuvieron nuestros amiguetes del club el año pasado, nos animamos a realizar este viaje en cuanto conseguimos cuadrar fechas. Nos juntamos un grupo heterogéneo de machotes vía Reinosa – Madrid – Milán, y desde allí en vehículo alquilado nos plantamos en el mismísimo Tirol. Primer problema: No cabemos en el Fiat Qubo que nos han adjudicado. Después de un buen rato jugando al Tetris, y arriesgando una buena multa, conseguimos llegar a Saint Anton sin ninguna novedad.
Después de instalarnos, echamos un vistazo a la meteo, y nos indica que va a haber mal tiempo en los próximos días, así que dedicamos el primer día a esquiar en pista . Buenas condiciones arriba, pero nieve mala en el valle, se nota que ya estamos a finales de temporada.
Domingo, 4 de abril, cogemos vehículo para desplazarnos a Ischgl, donde aprovecharemos para hacer una bajaditas, y ya remontar el vuelo hacia el Heilderberger Hutte, que es el primer refugio en el que pernoctaremos. Aun sigue nevando, pero ya para el día siguiente parece que mejora...
Nos levantamos el lunes y sigue nevando, aunque parece que a partir del mediodía comienza el buen tiempo. Nadie se mueve en el refugio, y aun así, decidimos poner rumbo al sur, y tirar para el collado que tenemos que alcanzar. Tras varios despistes, y cruzando alguna que otra zona avalanchosa, conseguimos llegar al collado. Pero debido a la ventisca, cogimos una dirección incorrecta, y cuando quisimos darnos cuenta... ¡estábamos en Suiza! Al final, y dentro de la mala suerte, pudimos volver de nuevo con la estación de Ischgl gracias a que hay acceso desde este lado. Y aunque perdemos un día de travesía, conseguimos enlazar de nuevo con la ruta. Así que al día siguiente, y ya con un tiempo fabuloso, alcanzamos en Jamtal Hutte sin novedad a través de la pista que sale desde el valle.
A partir de aquí ya la ruta es todo disfrute, muy buena nieve y unas condiciones meteorológicas estupendas. Ascendemos al Dreilanderspitze (el tres provincias del Tirol) desde el Jamtal Hutte, y descendemos por un polvazo impresionante hasta el Wiesbaderner Hutte, que es el próximo refugio en que pasaremos la noche.
Toca ya la ascensión al Piz Buin, que es la que realizamos a continuación. Buen tiempo, buenas condiciones y bastante gente en la ascensión, lo cual no impide que la disfrutemos al máximo. Desde allí ponemos rumbo al Silvretta Pass, pasamos a Suiza y esquiamos hasta el Silvretta Hutte, ya en territorio suizo.
Aun podemos alargar algo más la ruta, pero el tiempo parece que tiende a empeorar, y decidimos ya bajarnos al valle. Después de una penosa subida al Rote Furka (collado que nos devuelve a Austria), descendemos por una nieve malísima hasta un inmenso pantano helado, que al cruzarlo nos recuerda vagamente a una travesía polar (salvo en la temperatura, que era calurosa). A partir de ahí enlazamos con una pequeña estación de esquí, y siguiendo un circuito de fondo y remando “to the max”, conseguimos llegar a Wirl, donde cogemos un autobús para retornar al Ischgl, donde nos espera nuestro pequeño Fiat.
Un vez cargado el coche, esa misma tarde nos ponemos en viaje dirección St Moritz, para así aprovechar el último día que nos queda esquiando glamourosamente. El tiempo sigue siendo bueno, y la estación, sin ser la repanocha, nos hace disfrutar de lo lindo. Se nota el entrenamiento de los días anteriores, y las cachavas funcionan a la perfección.
Y ya llegamos al domingo, regreso a Milano, nos despedimos del mítico Qubo, y de vuelta a la campurria, sanos y salvos...
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