La Cabrera: Cambio de chip

Llega el puente, hay ganas de escalar, pero la meteorología no es benigna. Pintan bastos en casi toda España. Asi que, viendo que por la zona centro parece que va a aguantar un par de días, madrugamos en jueves y nos plantamos en La Cabrera.

Saliendo de la boca del ogro

Algunos de nosotros no estamos acostumbrados a escalar en granito, y se nota. Las fisuras nos escupen, nos movemos con torpeza, así que acudimos a las vías más clásicas. Esas que no decepcionan, salvo por lo concurrido de las mismas.

Florin y Manolín, primos hermanos

Aun así, es muy gratificante moverse en este terreno. La roca es magnífica, y el frío hace que sea aun más adherente. Aunque a ratos, y cuando se esconde el sol, nos acordamos que ya estamos en noviembre.

Diedro de la deportiva, primer relevo

El viernes, aunque la previsión va a peor, mejora el tiempo y a ratos pasamos incluso algo de calor. Los grupos andamos repartidos por toda la sierra, disfrutando de estupendas vistas. ¡Qué poca gente para estar tan cerca de Madrid!

Aguja sin nombre, muy cerca de la cumbre

 Aun así, no conviene dormirse, que entran nubes muy feas por el oeste... Menos mal que acabamos a tiempo. Solo queda reunir a la cuadrilla, tomar una cerveza en el bar mientras charlamos de las vías, y recogemos campamento dirección a casa.

Descenso de la Aguja sin nombre

Echadle un vistazo al blog de Pablito (http://meneoalpino.blogspot.com), y podréis tener otra visión e imágenes de la salida.

¡Volveremos!